A comparación de la Tierra, el volumen de Kepler-138 c y Kepler-138 d es tres veces superior, su masa dos veces mayor, pero su densidad es mucho más baja. Esto es sorprendente porque la mayoría de los planetas ligeramente más grandes que nuestro hogar parecían ser todos mundos rocosos.
Versiones gigantes de Europa y Encelado
Tras comparar los tamaños y las masas de los dos cuerpos celestes, los investigadores concluyeron que para que gran parte del volumen de los dos exoplanetas esté compuesto por agua, sus océanos deberían tener aproximadamente 2.000 kilómetros de profundidad.
La presencia del agua en ambos mundos no ha sido observada directamente, pero es el único elemento posible, ya que coincide en ser más ligero que la roca, pero más pesado que el hidrógeno o el helio.
Kepler-138 c y Kepler-138 d serían como versiones más grandes de Europa o Encelado, las lunas ricas en agua que orbitan alrededor de Júpiter y Saturno.
La única diferencia entre ambos exoplanetas sería de que, al estar ubicados más cerca de su estrella, donde las temperaturas de sus atmósferas estaría por encima del punto de ebullición del agua, “en lugar de tener una superficie helada, tendrían grandes envolturas de vapor de agua”, dijo Piaulet en un comunicado.
Por ese motivo, si lo viésemos desde lejos primero notaríamos una atmósfera densa y espesa de vapor de agua y recién por debajo de ella agua líquida a alta presión o en otra fase llamada fluido supercrítico.
Un cuarto planeta descubierto en el vecindario estelar
Hasta hace poco, el sistema estelar Kepler-138 tenía tres planetas a su alrededor, enumerados con las letras b, c y d.
Sin embargo, tras observar nuevamente el vecindario de la estrella se ha descubierto un cuarto cuerpo antes desconocido: Kepler-138e.
Este nuevo exoplaneta es pequeño y está más alejado de su estrella que los otros tres, tardando 38 días en completar una órbita. A diferencia de los demás, este sí se encuentra en la zona habitable de su estrella.